La esclerosis
múltiple es una enfermedad neurológica de origen desconocido. Consiste en la aparición de lesiones desmielinizantes
del sistema nervioso central (La mielina es un material lipoproteico que constituye algunos
sistemas de bicapas fosfolipídicas, se encuentra en el sistema nervioso de los
vertebrados, formando una capa gruesa alrededor de los axones neuronales
que permite la transmisión de los impulsos nerviosos entre distintas partes del
cuerpo gracias a su efecto aislante). Parece que hay diversos mecanismos
autoinmunes involucrados en su desarrollo a causa de un defecto de la barrera hematoencefálica, que en los pacientes de esclerosis
múltiple no funciona, permitiendo que macrófagos y linfocitos puedan cruzarla y
comenzar un ataque autoinmune.
Por el momento no tiene
cura, presenta una serie de síntomas que aparecen en brotes o que progresan
lentamente a lo largo del tiempo, tales como movilidad reducida e invalidez en
los casos más severos, fatiga, pérdida de masa muscular, descoordinación en los movimientos, problemas al tragar,
problemas de habla, problemas al respirar, rigidez muscular, espasmos
musculares, calambres, disfunción sexual, problemas de visión, pérdida de memoria a corto
plazo, depresión, entre otras.
La revista “Neurology,
Neuroimmunology & Neuroinflammation”, publica un trabajo en
Fase I (Primera administración en humanos, tras ensayos en animales. Se realiza
generalmente en adultos jóvenes sanos con el fin de detectar posibles signos
incipientes de toxicidad, para
determinar el rango seguro de dosificación). Se concluyó en los
ensayos con ratas la interferencia en la actividad de una proteína (lingo-1),
que bloquea el proceso de reconstrucción de la mielina de los nervios. El
anti-lingo-1 (nombre preliminar del fármaco) bloquearía esta actuación, lo que resultó
en estos roedores a una recuperación de las funciones nerviosas.
En personas,
todavía no hay conclusiones, se ensayó en dos grupos: 72 personas sanas y 47
enfermos en fase de inactividad de la enfermedad, se les dividió en grupos para
recibir placebo o diversas dosis del medicamento para comprobar su seguridad, y
de momento no hay efectos secundarios de importancia, manteniendo niveles
sanguíneos en rango terapéutico que en animales provocaron una regeneración de
la mielina dañada.
Una nueva
esperanza, todavía en pañales, pero que a fin de cuentas representa una gran
esperanza para las 40000 personas que padecen esta enfermedad sólo en nuestro
país.
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