El Glaucoma

El glaucoma es una enfermedad ocular, que se
caracteriza por la pérdida de visión como consecuencia de un daño en el nervio óptico, el nervio que envía las imágenes al cerebro. La etiología del glaucoma es variada, existiendo glaucomas con diferentes características (ángulo abierto, ángulo cerrado, congénito, primario, secundario, etc.). En cualquier caso y salvo raras excepciones, los glaucomas se caracterizan por presentar una presión intraocular elevada (>21mmHg) que va acompañada de pérdidas en el campo visual. Esta elevación de la presión intraocular es el principal factor de riesgo y en la mayoría de casos se deriva de problemas en el drenaje del humor acuoso.


El ojo consta de dos cavidades; una cavidad anterior, llena de un líquido transparente llamado fluido intraocular o humor acuoso, y una cavidad posterior que contiene el humor vítreo. 
El humor acuoso baña a las estructuras internas de la cámara anterior y posterior del ojo (cara anterior del cristalino, iris, endotelio). Se produce en los procesos ciliares del cuerpo ciliar, ubicado en la cámara posterior, y circula a través de la pupila hacia la cámara anterior. Entre sus funciones se encuentran la de nutrir y oxigenar a la córnea y al cristalino, estructuras que carecen de aporte sanguíneo en la edad adulta. La producción, el flujo y el drenaje de este fluido es un proceso activo y continuo necesario para la salud del ojo.


El humor acuoso se drena a través de canales, cuyos orificios se sitúan en el ángulo iridocorneal, formado por el iris y la córnea, si el drenaje es adecuado, la presión del ojo se mantiene a un nivel normal, pero si falla, la presión intraocular aumenta y puede dañar el nervio óptico.


Tipos

Uno de los glaucomas más frecuentes es el glaucoma crónico o de ángulo abierto donde el acceso del humor acuoso a las estructuras de evacuación (las vías uveoescleral y trabecular) es normal, pero el drenaje del fluido se ve disminuido por problemas en la función de estas estructuras, lo que provoca un aumento progresivo de la presión intraocular seguido de lesiones irreversibles en el nervio óptico.
Este tipo de glaucoma es tan grave como lento y discreto, puesto que no da síntomas hasta que la pérdida de visión es importante, por ello muchas veces, se empieza a notar cuando la visión periférica está ya muy reducida.


Glaucoma agudo o de ángulo cerrado:

Es infrecuente. Se produce por un cierre repentino del ángulo iridocorneal. Suele cursar de forma aguda, con elevación brusca de la presión intraocular, dolor intenso, disminución de agudeza visual, visión de halos alrededor de las luces, enrojecimiento del ojo, dilatación de la pupila e incluso a veces náuseas y vómitos. 
Situación que requiere un tratamiento urgente e inmediato.

El glaucoma congénito engloba a diversos tipos de glaucoma que aparecen en la primera infancia. Su gravedad varía dependiendo de la edad de aparición, la agresividad de la enfermedad y de la presencia de malformaciones asociadas. Puede ser hereditario.  
El más frecuente es el glaucoma congénito primario y se debe a una malformación del ángulo iridocorneal. En la mayoría de los casos es bilateral, aunque no siempre la agresividad de la enfermedad es igual en los dos ojos.
Debido a que generalmente aparece entre el nacimiento y los 3 años de edad, suelen ser los padres los que primero detectan el problema, al niño le molesta la luz, le lloran los ojos y suele tenerlos cerrados. Estos son los síntomas típicos al inicio, pero conforme va evolucionando la enfermedad el aspecto de los ojos puede cambiar debido al aumento de la presión intraocular, y los ojos pueden parecer más opacos y más grandes de lo normal, sobre todo si un ojo está más afectado que el otro. El tratamiento del glaucoma congénito es siempre quirúrgico.

Glaucoma sin presión ocular elevada

La presión ocular se considera normal cuando mide menos de 21 mm Hg (milímetros de mercurio), sin embargo existen casos de glaucoma de tensión normal, o glaucoma de baja tensión. Generalmente se trata de personas de edad avanzada, aunque también puede afectar a los jóvenes.
En este tipo de glaucoma se presupone la existencia de factores vasculares que disminuyen la irrigación de la cabeza del nervio óptico o bien una mayor vulnerabilidad de las fibras del nervio óptico a niveles normales de PIO.

En ocasiones el glaucoma no es una enfermedad independiente, sino que es consecuencia de una patología ocular o sistémica preexistente, se habla entonces de glaucoma secundario. En tales casos, los mecanismos de drenaje del humor acuoso, y por tanto el nervio óptico, resultan afectados por la evolución de otra enfermedad. Este glaucoma suele asociarse a tumores intraoculares, cirugía ocular, cataratas avanzadas, lesiones oculares, uveítis, diabetes (glaucoma neovascular) o al uso de corticosteroides.

Diagnóstico

Actualmente, el glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo, solo superado por la catarata y afecta alrededor de un millón de personas en España.
Se recomienda, por tanto, acudir con regularidad al oftalmólogo, en especial a partir de los 45 años. El diagnóstico se realiza mediante la toma de la presión ocular y por el estudio del campo visual.

Todo el mundo tiene riesgo de padecer glaucoma, sin embargo existen ciertos grupos que están más expuestos que otros;

Mayores de 60 años
De raza negra o asiática
Familiares con glaucoma
Diabetes
Hipermetropía o Miopía alta
Enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial
Usuarios de corticoesteroides
Traumatismo o cirugía ocular previa


Toma de presión ocular. http://ow.ly/HU6zn

El tratamiento del glaucoma tiene el objetivo de conservar la visión que queda. 

La detección precoz es fundamental.

El único factor de riesgo conocido y contra el que se puede luchar es la presión intraocular alta. Podemos bajarla mediante fármacos (básicamente colirios), tratamientos con láser (trabeculoplastia) o cirugía (trabeculectomía, esclerectomía profunda no perforante o válvulas). Sin embargo, la visión que se pierde debido al glaucoma no puede recuperarse.





COMPARTE

Si te ha gustado esta entrada

Deja algún comentario y no dudes en compartir el artículo en tus redes sociales. A nosotros nos harás un gran favor y puede que a alguno de tus contactos también le guste y comparta a su vez. Muchas gracias de parte del equipo de Medicusmeo.

    Comentarios Blogger
    Comentarios Facebook

0 comments :

Post a Comment