He tenido un accidente por alcanzamiento (impacto por detrás) ¿tengo un "latigazo cervical"?

Hace dos días, de camino al trabajo, paré en la vía ante un semáforo en amarillo, hecho que parece no respetar casi nadie al menos en Madrid, al mirar por el retrovisor vi a un conductor que no tenía mi misma intención y ¡plash! me embistió por detrás y me dejó a mi y a mi coche hechos una mierda, con perdón, todo en décimas de segundo. Acudió la policía y la ambulancia verdaderamente rápidos y tras una evaluación inicial, parece que afortunadamente no hubo ningún daño físico que lamentar, eso si, los coches, "a la UVI", ¡Gracias a Dios! Me encontraba bien y no le di mayor importancia pero… cuando me levante a la mañana siguiente, ¡rayos, me dolían hasta la orejas! y con respecto a mi cuello, es una verdadera aventura dos días después mirar hacia los lados... collarín cervical, antiinflamatorios y reposo. Por eso hoy os contaré en que consiste tener un "latigazo cervical". 



Mi coche


Suele producirse cuando las personas que viajan en un vehículo sufren un golpe lateral o más frecuentemente posterior. Consiste en la lesión cervical producida por una flexión-extensión brusca y excesiva del cuello, que se ve sometido a un movimiento de aceleración o flexión, seguido de un segundo movimiento contrario de desaceleración o extensión. Este movimiento sucesivo, brusco y a gran velocidad, para el que la musculatura cervical no está preparada, hace que esta se contraiga bruscamente y arrastre consigo a la columna cervical, lo cual puede causar daños de diferentes grados de severidad. Esta "gran combinación" puede causar como consecuencia un esguince cervical.



Dolor intenso en la zona del cuello, contractura muscular y limitación dolorosa de la movilidad. El dolor suele aumentar a los 2-3 días del traumatismo.

Vértigo o sensación de inestabilidad y dolor referido a la nuca o brazos. 

Si existe traumatismo craneoencefálico asociado, puede aparecer confusión, desorientación temporo-espacial transitoria o cefalea de mayor o menor intensidad. Asimismo, puede darse un cuadro vertiginoso asociado. Es mandatorio acudir al hospital (traumatismo craneoencefálico TCE).

La contractura de la musculatura paravertebral hace que el movimiento del cuello se vea limitado, tanto en la flexo-extensión como en la rotación, y el dolor puede aumentar al intentar hacer estos movimientos, sobre todo durante los primeros días tras el latigazo cervical.

Si el impacto es muy fuerte puede llegar a producirse una hernia del disco cervical que puede requerir de cirugía. 

Hormigueo en el rostro o en los brazos.

Cansancio y sensación de ausencia.

Problemas de visión y audición.

Problemas de concentración, memoria, trastornos del sueño.

Irritabilidad y aumento de la sensibilidad al ruido.

No existe riesgo vital, a menos que nos hayamos golpeado la cabeza, pero el dolor y las molestias pueden hacerse crónicos. 



Como siempre, es fundamental una buena historia clínica y exploración física. Se apreciará una musculatura cervical contracturada y con limitación de la movilidad, dolor al presionar sobre los grupos musculares y las apófisis espinosas de las vértebras cervicales. Deberá realizarse una exploración neurológica completa para descartar afectación de las raíces nerviosas o contusión cerebral. 

Radiografía simple para descartar la existencia de fracturas o luxaciones en las vértebras cervicales. Se apreciará una rectificación cervical, la columna cervical estará recta, perdiendo la curvatura normal que le es propia a causa de la tracción de los músculos contracturados.

La resonancia magnética nuclear (RMN) y un electromiograma (EMG) nos ayudarán a diagnosticar posibles daños neurológicos sobre las raíces nerviosas y microroturas musculares. También se usa para el diagnóstico de hernias de disco.



Se tratará el dolor y la contractura cervical con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y relajantes musculares (acordaros siempre de añadir un protector gástrico).
Inmovilización y reposo durante tres días, si se alarga más la musculatura cervical puede atrofiarse y la recuperación es más dificultosa. El collarín debe colocarse solamente en los latigazos de grado II-III y nunca más de tres días, al igual que el reposo relativo.
El calor seco local mediante una manta eléctrica o una bolsa de agua caliente también puede ayudar.
La rehabilitación puede ser útil para hacer que la musculatura recupere tono y fuerza tras la limitación de la movilidad.





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