¿Qué es un Shock?

El "SHOCK" es un término que significa GOLPE. Los antiguos lo definieron, de forma muy "romántica", como "una pausa momentánea en el acto de la vida".




En la práctica clínica habitual, se utiliza para denominar a la insuficiencia circulatoria que ocasionalmente se desarrolla durante la evolución de diferentes patologías y cuya aparición es potencialmente mortal. 

Podríamos definirlo como un estado patológico asociado a determinados procesos, cuyo denominador común es la existencia de hipoperfusión (falta de sangre) e hipoxia titular (falta de oxígeno en los tejidos) en diferentes órganos y sistemas, es decir, el cuerpo no recibe el aporte suficiente de sangre para desarrollar sus funciones, de no corregirse rápidamente produce lesiones celulares irreversibles y fracaso multiorgánico. Hasta una de cada cinco personas que sufren shock morirá a causa de esto.

Es un cuadro muy grave, que de no recibir tratamiento urgente puede ocasionar daños irreparables, pudiendo conducir incluso a la muerte del enfermo. Si detectamos que alguien está sufriendo un shock, es fundamental actuar de forma rápida con los primeros auxilios para reducir el riesgo de que los órganos vitales sean dañados. 


No es una enfermedad, sino un estado originado por otro proceso:

Shock cardiogénico: de origen cardíaco, como por ejemplo en un infarto agudo de miocardio (IAM), el corazón, que es a fin de cuentas una máquina de bombear sangre, no lo hace adecuadamente, y ésta no llega  correctamente a todo el cuerpo, fallando la función de múltiples órganos.

Shock hipovolémico: "volumen bajo de líquidos". Se produce por ejemplo en grandes hemorragias donde se pierde mucha sangre o en quemaduras graves donde existe pérdida importante de líquidos. Es frecuente verlo en pacientes muy deshidratados (diarrea grave o ancianos en verano por ejemplo).

Shock anafiláctico: causado por una reacción alérgica grave, todo el cuerpo reacciona ante un agente alérgeno y se produce broncoconstricción con déficit de oxigenación e hipotensión. 

Shock séptico (shock tóxico): Es más frecuente en extremos, muy ancianos o muy jóvenes. También en inmunodeprimidos. Las toxinas liberadas por bacterias, virus y hongos pueden causar daño tisular, que puede llevar a que se presente hipotensión arterial y funcionamiento deficiente de órganos. 

Shock neurogénico: el origen está en el sistema nervioso, que a causa de una
lesión deja de mandar las órdenes correctas a los órganos para que funcionen. 



El principal signo que llama la atención, es que la tensión arterial es muy baja, acompañada de un pulso muy rápido y débil, a veces, si no estamos entrenados, no lo palparemos.

  • Ansiedad/agitación y temblor
  • Labios y uñas azul-morado (cianosis), por la hipoperfusión
  • Dolor torácico
  • Alteración en la frecuencia respiratoria
  • Confusión
  • Mareos, vértigo e incluso pérdida del conocimiento
  • Vómitos
  • Piel pálida, fría y pegajosa
  • Disminución o ausencia de orina
  • Hipersudoración, piel húmeda



        
Una rápida actuación puede salvar la vida del afectado. 

Si estamos en la calle, hemos presenciado un accidente, con algún herido
sangrante y sospechamos de un shock: 

  1. En primer lugar hay que avisar a los servicios de emergencias (TLF. 112), que es un servicio estatal rápido y de la máxima confianza, ahí nos dirán que hacer hasta que lleguen los profesionales. 
  2. Si la persona está inconsciente, se examina la respiración y el pulso, si no lo encontramos, es mandatorio iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar básicas que todos, todos, deberíamos conocer (se dedicará un capítulo especial para esto).
  3. Si creemos que puede tener una lesión en la columna, cabeza o cuello, no se le debe mover. 
  4. Si se descartan estas lesiones, la persona está consciente, hay que elevar las piernas, no intentar levantar al enfermo y esperar a que lleguen las asistencias. 
  5. Si el afectado estuviera sangrando por alguna herida, hay que apretarla, sólo apretarla, no intentar manipular, y esperar a que lleguen las asistencias. 
  6. Taparle con una manta o ropas.
  7. Si vomita, se le gira la cabeza hacia un lado, por supuesto siempre que no se sospeche de lesión de columna, en cuyo caso se debe girar el cuerpo entero en bloque, como una unidad.
  8. No dar nada de beber ni comer a la víctima de un shock.


ESPERE PACIENTEMENTE Y MANTENGA LA CALMA, LAS ASISTENCIAS LLEGARÁN DENTRO DE POCO Y USTED PUEDE HABER SALVADO UN VIDA.












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