El odontoma complejo, junto con el odontoma compuesto, son los tipos de tumores odontogénicos más comunes.
Suelen presentarse durante la segunda y tercera década de vida, dándose una ligera mayor frecuencia en mujeres. De los dos tipos, el odontoma compuesto es el más frecuente. Normalmente se descubren en examenes radiográficos rutinarios.
La diferencia entre uno y otro es que el odontoma compuesto aparece como una colección de dientes radiopacos rodeada por un halo traslúcido en la periferia, mientras que el odontoma complejo se ve como una masa amorfa radiopaca, bien delimitada y rodeada por una delgada banda radiolúcida que separa la lesión del hueso adyacente, variando en tamaño y asociándose a la corona de un diente.
Afortunadamente, el tratamiento para estos tumores es muy sencillo, requiriendo simplemente la escisión del tumor. Siempre que las lesiones se extirpen en la etapa ya calcificada, las posibilidades de recidiva serán prácticamente nulas.
Si habéis leído la noticia de la extracción de 232 piezas dentales a un joven en la India tras 6 horas de operación, descubriréis como los programas de ayuda a personas desfavorecidas, como en este caso, permiten que personas sin recursos puedan operarse de dolencias como esta, que si bien son benignas y no tienen porqué causar dolor, estéticamente pueden ser bastante negativas.
Fuentes: 20minutos, Opencourseware-Universidad de Sevilla, Fundamentos de odontología, Biblioteca virtual en Salud
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