El Síndrome de Ovarios Poliquísticos es una afección muy frecuente aunque de etiología desconocida, que se caracteriza por un desequilibrio hormonal (está aumentada la hormona luteinizante (LH) con niveles de hormona folículo estimulante (FSH) bajos o inferiores al normal).
Las hormonas FSH y LH son producidas respectivamente por la glándula pituitaria (hipófisis) y el hipotálamo y se ocupan de coordinar la función de los ovarios, influyendo directamente sobre la producción de hormonas (estrógenos y progesterona) y la ovulación. Se considera que son las verdaderas encargadas de dictar el ritmo del ciclo menstrual.
Cuando comienza el ciclo, la FSH estimula el crecimiento de un folículo en los ovarios. El folículo en desarrollo secreta estrógenos y contiene el óvulo que se está madurando. La LH controla la maduración de los folículos, la ovulación, la iniciación del cuerpo lúteo y la secreción de progesterona además de estimular a las células que rodean al folículo a que produzcan cantidades significativas de andrógenos.
Unas dos semanas antes de que comience el próximo ciclo menstrual, el folículo se rompe y libera al óvulo, produciéndose la ovulación. Este folículo se colapsa y se solidifica para convertirse en lo que se denomina cuerpo lúteo, esta glándula secreta estrógenos y grandes cantidades de progesterona durante la llamada fase lútea.
El ciclo ovárico se afecta fácilmente por anormalidades hormonales. Una cantidad excesiva de LH o de insulina puede provocar que los ovarios produzcan demasiados andrógenos. Los niveles elevados de andrógenos pueden ocasionar ausencia de ovulación (infertilidad), hirsutismo, acné, falta de menstruación, y en casos extremos, virilización. Una cantidad insuficiente de FSH puede impedir el desarrollo de folículos ováricos y prevenir la ovulación resultando en infertilidad.
Los periodos menstruales se tornan irregulares o cesan a causa de la falta de ovulación y ésta se debe a cantidades elevadas y continuas de estrógeno e insuficientes de progesterona.
Sin la oposición de la progesterona, la exposición continua al estrógeno genera que el endometrio se torne excesivamente grueso, lo que conlleva a tener sangramientos abundantes y/o irregulares. Si esto ocurre durante muchos años, el cáncer de endometrio puede presentarse debido a la estimulación continua de elevados niveles de estrógeno sin la oposición de la progesterona.
Aproximadamente una de cada diez mujeres en edad fértil tiene el SOP. Puede darse en las niñas desde la edad de 11 años y es la causa más común de infertilidad femenina.
A las pacientes se les desarrollan múltiples quistes en los ovarios, de ahí el término poliquiste. Estos pequeños quistes, son en realidad folículos ováricos inmaduros que no llegan a ovular.
Un elevado porcentaje de mujeres con ovario poliquístico sufren alteraciones metabólicas, por lo que es muy frecuente la aparición de resistencia a la insulina, obesidad, hipertensión, dislipemia, hipertrigliceridemia, diabetes tipo II, anomalías de la coagulación y del metabolismo esteroide. Todas estas alteraciones implican un elevado riesgo cardiovascular.
Para su diagnóstico se necesita al menos un criterio clínico y uno bioquímico (cociente LH/FSH elevado, aumento de andrógenos ováricos, elevación de testosterona y DHEA) junto con la confirmación ecográfica (10 o más folículos de pequeño tamaño subcorticales y aumento del estroma ovárico). Si bien el diagnóstico de certeza es la comprobación de hipertecosis en una biopsia ovárica.
El tratamiento en las mujeres que no deseen gestación será con anticonceptivos hormonales y en las que si buscan gestación, inducir a la ovulación.
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¡Hola! Estaba haciendo un trabajo para clase y tu información me ha sido de mucha utilidad, ¡Gracias!
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