Neumotórax

El Neumotórax se define como la presencia de aire en la cavidad pleural (es una cavidad virtual en el individuo sano), situado entre la membrana que envuelve a los pulmones (pleura visceral) y la membrana que tapiza la caja torácica por dentro (pleura parietal). 


La respiración se produce porque los músculos inspiratorios (diafragma e intercostales) se contraen expandiendo la caja torácica, lo que arrastra a la pleura por un mecanismo de succión que expande los pulmones, permitiendo que penetre el aire a través de la vía aérea. 

Cuando entra aire accidentalmente en su interior, esta cámara virtual se hace real y el mecanismo de la respiración se ve afectado, impidiendo la expansión pulmonar, que conlleva insuficiencia respiratoria más o menos grave dependiendo del grado de colapso pulmonar. En otras palabras, cuando entra aire al interior de la pleura el pulmón se deshincha como si pincháramos un globo con una aguja, no permitiendo la entrada de aire a su interior, impidiendo el intercambio gaseoso normal en el interior de los alveolos.

Según la causa que lo provoque pueden ser:

Traumáticos (causas exógenas al organismo):

Se ven en accidentes de tráfico (traumatismos) y lesiones por arma blanca o de fuego fundamentalmente. Se producen por una fisura en la pared torácica (pleura parietal) que hace que penetre aire al interior de la pleura, haciendo fallar el mecanismo de succión, con el consecuente colapso pulmonar. Pueden ir o no acompañados de hemotórax (sangre en la cavidad pleural) en caso de que se dañe algún vaso sanguíneo, lo que agrava aún más el cuadro.

Yatrogénicos (provocados por la acción del médico):

Como en la punción transparietal (biopsia de la pleura o pulmón, por ejemplo, para diagnosticar un tumor), la toracoscopia, pacientes con respirador artificial en los que la presión positiva puede llegar a romper la pleura parietal (barotrauma), al realizar una toracocentesis para evacuar un derrame o cuando se toma una vía central por ejemplo.

Espontáneo:

No existe causa aparente. Dentro de éste encontramos el neumotórax primario o juvenil, que está en relación con la rotura de bullas apicales habitualmente (pequeños quistes pulmonares de causa desconocida).

Neumotórax secundarios: 

Aparecen en pacientes con patología pulmonar de base como son la EPOC, agudizaciones del asma, fibrosis pulmonares de diversas causas (bullas enfisematosas), enfermedades del tejido conectivo, endometriosis, neumonías necrotizantes, tuberculosis y en la neumonía en pacientes con SIDA. 


Van a depender fundamentalmente del tamaño y de la presencia o no de enfermedades concomitantes. 

Hasta un 5-10% son asintomáticos y se descubren de forma casual en radiografías de tórax realizadas por otro motivo.

El dolor torácico y la disnea son los síntomas más frecuentes (80-90%). 

Otros síntomas son la tos seca, hemoptisis (tos sanguinolenta), síncope y debilidad de extremidades superiores.

DIAGNÓSTICO:

Como siempre la anamnesis y exploración física son vitales en el diagnóstico. 

La disminución o abolición del murmullo vesicular (ruido normal del pulmón al llenarse de aire) en el hemitórax afectado es el signo más frecuente, aunque no lo detectaremos si es pequeño. Timpanismo a la percusión y disminución de las vibraciones vocales. Puede existir respiración y ritmo cardiaco acelerado (taquipnea y taquicardia) si el neumotórax es importante.

RADIOGRAFÍA DE TÓRAX: Casi es la prueba definitiva, se puede observar una linea de separación entre las dos pleuras. 


TAC.


Si el neumotórax es pequeño, puede precisar sólo de observación y reposo, a veces se utiliza oxigenoterapia, y en la mayoría de los casos se reabsorbe sólo.

Puede ser necesario extraer el aire mediante punción con aguja de manera que el pulmón se re-expanda o en casos más graves incluso colocar un tubo de aspiración cerrada conectado a un sistema de aspiración con vacío  que se deja durante unos días hasta comprobar que la fuga está sellada y el pulmón no se colapsa nuevamente. 


En casos muy severos o recidivantes, puede ser necesaria la cirugía torácica para tratar el colapso pulmonar o para prevenir episodios futuros. Se puede reparar el área donde se presentó el escape. Algunas veces, se coloca un químico especial en el área del colapso pulmonar, que provoca la formación de una cicatriz que hace que se peguen definitivamente las dos pleuras, evitando nuevas fugas, este procedimiento se llama pleurodesis.




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