¿Qué es la Médula Ósea?

La médula ósea (MO) es el tejido esponjoso que se encuentra dentro de algunos huesos, y es donde anidan las células madre (también denominadas progenitores hematopoyéticos (PPHH)). 

Las células madre, pueden desarrollarse hasta ser glóbulos rojos o hematíes, que son los responsables del transporte de oxígeno a los tejidos, y de llevar de vuelta el dióxido de carbono de los tejidos hacia los pulmones para su expulsión, glóbulos blancos o leucocitos, que combaten las infecciones y, plaquetas o trombocitos, que ayudan a la coagulación de la sangre.



Lo que se extrae para la donación es la sangre que baña ese tejido, puesto que esta sangre es muy rica en células madre.

La médula ósea no debe confundirse con la médula espinal localizada en la columna vertebral y encargada de la transmisión de los impulsos nerviosos hacia todo el cuerpo.

Muchas enfermedades son consecuencia de una producción excesiva, insuficiente o anómala de un determinado tipo de células derivadas de la célula madre. El trasplante de médula ósea permite su curación al sustituir las células defectuosas por otras normales procedentes de un donante sano. En muchas de estas enfermedades el trasplante es la única opción terapéutica.



Donante de médula ósea puede ser toda persona sana entre 18 y 55 años, que no padezca ninguna enfermedad susceptible de ser trasmitida al receptor, y ninguna que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación.

Existen una serie de circunstancias que contraindicarían la donación de una manera absoluta, si bien otras pueden considerarse contraindicaciones temporales.

La donación de Médula Ósea está formalmente contraindicada en personas que padecen las siguientes enfermedades:

  • Hipertensión arterial no controlada
  • Diabetes mellitus dependiente de insulina.
  • Enfermedad cardiovascular, pulmonar, hepática, hematológica u otra patología que suponga un riesgo sobreañadido de complicaciones durante la donación.
  • Enfermedad tumoral maligna, hematológica o autoinmune que suponga riesgo de transmisión para el receptor.
  • Infección por virus de la hepatitis B o C, virus de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA) o por otros agentes potencialmente contagiosos.
  • Algún factor de riesgo de SIDA (anticuerpos anti-VIH positivos, drogadicción por vía intravenosa, relaciones sexuales múltiples, ser pareja de uno de los anteriores, ser hemofílicos o pareja sexual de hemofílico, lesiones con material contaminado en el último año).
  • Haber sido dado de baja definitiva como donante de sangre.


Además de las anteriores, la donación de médula ósea también está contraindicada en el caso de:

  • Tener antecedentes de enfermedad inflamatoria ocular (iritis, episcleritis) o fibromiálgia.
  • Tener antecedentes o factores de riesgo de trombosis venosa profunda o embolismo pulmonar.
  • Recibir tratamiento con litio.
  • Tener recuentos de plaquetas inferiores a 150.000/ml


Son Contraindicaciones temporales:

  • El embarazo. Tras el alumbramiento, y una vez concluida la lactancia, se puede ser donante.
  • Los tratamientos anticoagulantes o antiagregantes (con aspirina, dipiridamol o similares), en función de la duración de los mismos.


Existen otros muchos procesos no incluidos en los anteriores listados que pueden dificultar la donación (obesidad mórbida, malformaciones del cuello o la columna vertebral, posibles alergias a los anestésicos y déficits enzimáticos familiares, entre otros), por ello es recomendable que todo candidato consulte su caso particular antes de inscribirse como donante, ya que algunas patologías contraindican la donación de médula ósea pero no la de sangre periférica, y viceversa.


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