La Polio

La Polio o Poliomielitis es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta principalmente al Sistema Nervioso Central. 

En su forma aguda, causa inflamación de las neuronas motoras de la médula espinal y del cerebro, conduciendo a la parálisis, atrofia muscular y consecuentemente a deformidades. 

En el peor de los casos puede provocar parálisis permanente o la muerte, al paralizarse el diafragma, ocasionando un fallo respiratorio agudo. 





Es producida por un pequeño virus que se conoce como poliovirus (existen tres tipos). El poliovirus se engloba dentro del grupo de los enterovirus, que incluye a otros como el Coxackie o el Echovirus. El prefijo "entero" hace referencia al sistema digestivo humano, ya que es el mecanismo de transmisión que utilizan estos virus para propagarse e infectar a las personas.


La parte del sistema nervioso que se ve afectada con más frecuencia son las meninges (capas que recubren al cerebro), provocando así una meningitis.

Hay pocos casos de meningitis que produzcan daño colateral del Sistema Nervioso Central, pero cuando esto ocurre, las neuronas motoras, responsables de la movilidad de los músculos de nuestro esqueleto, se inutilizan de forma permanente. Así, los músculos afectados se quedan paralizados, flácidos, y al poco tiempo se atrofian volviéndose pequeños y fibrosos.

Esta enfermedad afecta principalmente a los niños de entre 4 y 15 años en climas templados, transmitiéndose de persona a persona a través de secreciones respiratorias, orales o fecales. 

La mayoría de las infecciones por polio son asintomáticas, y tan sólo en un 1% de los casos, el virus alcanza el Sistema Nervioso Central a través de la sangre. Una vez dentro del SNC, el poliovirus infecta y destruye preferentemente las neuronas motoras. Esa destrucción de neuronas causa debilidad muscular y parálisis fláccida aguda.  

Esta devastadora enfermedad, aunque existe desde la antigüedad, fue descrita por primera vez por el alemán Jakob Heine en 1840, y prácticamente quedó erradicada del hemisferio occidental en la segunda mitad del siglo XX.


SIGNOS Y SÍNTOMAS:

Puede manifestarse de cuatro formas diferentes:

1.- Polio subclínica o abortada (7 a 14 días después de haber entrado en contacto con el poliovirus): se produce un cuadro clínico inespecífico más o menos intenso, que dura de tres días a una semana, con malestar general, cansancio, fiebre, dolor de garganta o vómitos y diarrea, que recuerdan a cualquier cuadro viral inespecífico. 

2.- Polio asintomática (90% de los casos). 

3.- Polio no paralítica o preparalítica (5%), el virus alcanza el SNC (polio subclínica): en un primer momento se producen picos febriles de hasta 39ºC y dolor de cabeza intenso, en un segundo momento aparece rigidez de nuca (afectación de meninges) y afectación del sistema nervioso autónomo (taquicardia, sudor frío y diarreas).

4.- Polio paralítica: en 1 de cada 200 infectados el virus infecta el SNC y lo daña de forma permanente, lo que conlleva un daño duradero de las motoneuronas responsables de la movilidad de las extremidades. Al dañarse permanentemente los músculos, estos no reciben señales de activación y como consecuencia se atrofian y quedan inservibles, cesando el crecimiento, con lo que se producen deformidades y defectos de movilidad. 


DIAGNÓSTICO:

Lo más importante, como siempre, es una buena historia clínica y exploración física donde nos podremos encontrar:

  • Reflejos anormales
  • Rigidez de la espalda
  • Dificultad para levantar la cabeza o las piernas estando tendidos
  • Rigidez cervical
  • Deformidades (miembros no desarrollados) en etapas avanzadas

Exámenes complementarios:

  • Cultivos de gargarismos, heces o líquido cefalorraquídeo
  • Punción raquídea y examen del líquido cefalorraquídeo
  • Anticuerpos contra el virus de la polio


TRATAMIENTO:

No existe tratamiento específico para esta infección, sólo medidas de soporte y confort para el enfermo, como analgésicos, fisioterapia, dispositivos ortopédicos o zapatos correctivos. 

La cirugía ortopédica es muy importante para ayudar a recuperar la fuerza y funcionalidad muscular, ya que la discapacidad es más común que la muerte.

El único método de control de la enfermedad es la vacunación.




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