En mi opinión, se trata de la epidemia por excelencia de nuestro tiempo y afecta a muchos ámbitos. A continuación expondré algunos ejemplos de casos, donde se refleja este trastorno de una forma muy clara:
IA/ PRISIONEROS EN CAMPOS DE EXTERMINIO:
Destacamos el claro caso de Indefensión Aprendida que proliferó en la multitud de prisioneros en campos de exterminio nazi en tan oscura etapa de nuestra historia.
Millones de judíos eran capturados quedando en estado de “shock”, pues no entendían por qué a ellos, hasta que llegaba un momento en que interiorizaban o simplemente se les inducía a pensar que eso debía ser así, sin más, que eso era “lo que les tocaba”, pensaban que nada podían hacer contra los nazis. ¿Cómo llegaban a pensar que era inútil todo lo que hicieran, siendo grupos bastante grandes, lo que les podía dar la oportunidad de atacar a grupos de nazis? La Indefensión Aprendida o Desesperanza era el arma más poderosa de la fuerza enemiga, una potente arma silenciada. Esta táctica se explica en la película dirigida por Steven Spielberg en 1993 “La Lista de Schindler”, una de las películas que más crudamente describen el holocausto.
A continuación os dejo un fragmento, utilizando la película como apoyo audiovisual, el cual, deja ver como inducían este fatal proceso psicológico que es la Desesperanza:
Por no dejaros con tan mal sabor de boca, os expondré un ejemplo de superación como es el testimonio de Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra austriaco que sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazi, a partir de esa experiencia nos dejó su obra “El hombre en busca de sentido”, el Dr. Frankl nos muestra la cara del triunfo con gran afán de superación.
Cita: “Cuando el individuo se niega a aceptar el sentido de su vida basado en la repetición de un modelo transferido e incorporado ordinariamente y comienza por sí solo la búsqueda del sentido de la propia vida, es cuando el hombre alcanza la madurez mental”. Él como superviviente en los campos de exterminio argumenta que, “este proceso sólo se consigue transformando la tragedia en triunfo, y sería aplicable también a las personas maltratadas que al sufrir situaciones límites propiciarían el desarrollo de sí mismas, descubriendo el infinito abanico de sus potencialidades, permitiéndoles vivir como sujetos independientes al fortalecer su autoestima. Cierto es que esta elección dependerá de la idiosincrasia y la fortaleza individual para poder renacer como personas nuevas del círculo de la violencia”.
Mirad que curioso, a continuación veréis un video de una entrevista al Dr. Frankl, en la que explica en una ecuación el síndrome que estamos abordando.
La fórmula es la siguiente: D= S-P (Desesperanza es igual a sacrificio o sufrimiento, menos propósito). Esto es, que si un individuo está haciendo un sacrificio sin un propósito, sin una motivación clara que le lleve a un fin satisfactorio para él, o simplemente está haciendo un sacrificio sin que entienda cual es el objetivo, o (como venimos explicando) está sufriendo una situación en la que no tiene el control, pues es en este caso en el que aparecerá la Indefensión Aprendida o Desesperanza. A mayor sacrificio y menor propósito o propósitos, mayor Desesperanza.
IA/VÍCTIMAS DE SECUESTRO:
Otro caso en el que se manifiesta este síndrome es en la conducta que tienen la víctimas de secuestro. Recientemente pudimos oír la buena noticia que informaba del hallazgo de las tres chicas secuestradas en Cleveland (Estados Unidos), una de las incógnitas que más llamó la atención fue por qué no habían gritado, ¿Cómo fueron capaces de soportar diez años encerradas a merced de su verdugo?
Estuvieron sometidas a un maltrato psicológico por parte de su secuestrador, en el que por medio de sibilinas y traumatológicas prácticas, les privaban del control de la situación acabando paralizadas como bultos carentes de voluntad. Se les había inducido el síndrome de la indefensión aprendida haciéndoles creer que aún teniendo oportunidad de escapar, hiciesen lo que hiciesen no les conduciría a ningún resultado exitoso.
IA/VIOLENCIA DE GÉNERO:
Nos resulta un tema espeluznante y de hecho no deja de sorprendernos el caso de la mujer maltratada en el que se da fuertemente este fenómeno. Lacra de nuestra sociedad con la que tenemos que acabar y que quizá cueste hacerlo por las silenciadas muertes, por las silenciadas agresiones, pues cómo se demuestra que una víctima que se ha suicidado por este motivo, en realidad fue provocado por su victimario que durante largo tiempo le ha estado sometiendo a estímulos negativos incontrolables de manera continuada, adoptando la misma conducta que los perros de Seligman hasta que ni si quiera intentan escapar. Y es así, que en las estadísticas de muertes al año por maltrato de genero, no se recogen los suicidios cuando ya podrían contar con ello.
Conocer el concepto de Indefensión Aprendida permitirá entender el hecho de que muchas mujeres maltratadas no se vayan del hogar. La mujer maltratada llega a la más absoluta pasividad, ignorando su potencialidad y recursos, sintiéndose inútiles e incluso culpables de su situación. Aprende a que haga lo que haga no va a poder cambiar sus circunstancias, y ante esta creencia aparece la Depresión, la desmotivación, desgana, desilusión. El estado de Indefensión en que se encuentran las víctimas de la violencia de genero frena los impulsos de liberación y les impide pedir ayuda y ayudarse a sí mismas, resistiendo a esa situación de maltrato.
Cita: “A la Indefensión se llega cuando se expone a la víctima a peligros físicos y no se le advierte o ayuda a evitarlos, se le sobrecarga con trabajos, se les hace pasar por torpe, descuidado, ignorante, etc. La falta de afecto unido a la repetición y prolongación en el tiempo de actitudes despreciativas, acompañadas con bruscos cambios del estado de ánimo del agresor, sólo es comparable a algunas torturas”.-Miguel Lorente Acosta, delegado del gobierno para la violencia de género.
IA/ENFOQUE POLÍTICO:
En este ejemplo vemos de forma muy clara como se puede inducir este trastorno en la sociedad actual como táctica política, con el objetivo de acallarnos, privándonos de libertad y dejándonos indefensos, para no actuar y no provocar cambios.
Yo misma me quedo ojiplática al ver las noticias y me pregunto por qué no hacemos nada. Vemos que hay más motivos que nunca para movilizarse (corrupción política, paro, recortes, llevando a que cada vez haya más desigualdad social), sin embargo, el pueblo se muestra cada vez más pasivo que nunca aceptando lo que sea sin oponerse. Paralizados recurrimos al mecanismo de disonancia cognitiva que consiste en decirnos frases como “da igual que no hagamos nada, si todo va a seguir igual”. Esto en el contexto social se denomina “fatalismo”. Este término fue inicialmente acuñado por Martín Baró (1987) para hacer referencia al tipo de relación que se establece entre las personas y un entorno que perciben como incontrolable. Este concepto de fatalismo entronca con el concepto de IA descrito.
Según De la Corte, Blanco y Sabucedo, en sus trabajos en el área de Psicología Política, el fatalismo sería, por tanto, una actitud que tendría un enorme poder tanto para favorecer la desmovilización política como para el mantenimiento de la situación actual.
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