La enfermedad de Menkes, descrita por primera vez en 1962 por John H. Menkes, es un trastorno multisistémico grave del metabolismo del cobre.
Se presenta en lactantes varones que han heredado un gen recesivo mutante ligado al cromosoma X, con una incidencia aproximada de uno por cada 50.000 - 100.000 recién nacidos vivos. Las mujeres suelen ser portadoras, no afectadas.
Es uno de los errores congénitos del metabolismo más infrecuentes, consecuencia de la deficiencia o alteración de una proteína transportadora del cobre, cuyo gen se localiza en el cromosoma 13. Se sabe que el defecto produce una deficiencia de cobre en hepatocitos y neuronas, y un acumulo importante en mucosa digestiva, endotelio capilar y riñón.
El transporte del cobre está alterado en dos enfermedades, la enfermedad de Wilson y la enfermedad de Menkes.
El cobre es un oligoelemento que forma parte de un importante número de enzimas, su función es esencial en la trasferencia de electrones en una serie de rutas metabólicas críticas del sistema nervioso central.
El metabolismo debe mantener un equilibrio entre el suficiente aporte de cobre necesario para mantener sus funciones y la eliminación del exceso que resulta tóxico para el organismo.
Algunas de las anomalías que se presentan en la enfermedad de Menkes, pueden correlacionarse con deficiencias de cuproproteínas específicas, de este modo, la deficiencia en la lisil-oxidasa afecta al sobrecruzamiento del colágeno y la elastina y conduce a dilataciones tortuosas y aberrantes de las grandes y medianas arterias, divertículos vesicales, hernias, laxitud articular y cutánea y defectos óseos pseudoescorbúticos. El déficit de tirosinasa impide la formación de melanina y conduce a la hipopigmentación característica de estos pacientes. El defecto de la dopamina beta-hidroxilasa impide la adecuada síntesis de catecolaminas y es en gran medida responsable de la afectación neurológica. La deficiencia en la superóxido-dismutasa conduce a una menor capacidad para la detoxificación de los radicales libres de oxígeno y a una peroxidación lipídica de las membranas celulares con la consiguiente degeneración celular precoz.
Clínicamente se caracteriza por retraso mental grave, pelo frágil, escaso, acerado o ensortijado, hipotermia, falta de tono muscular (hipotonía), convulsiones, irritabilidad, mejillas abultadas, micrognatia (mandíbula muy pequeña) y dificultades en la alimentación.
En las radiografías es frecuente encontrar osteoporosis generalizada, ensanchamiento metafisario y espolones en los huesos largos, así como un desarrollo anormal de los huesos del cráneo.
El diagnóstico definitivo se basa en test moleculares.
TRATAMIENTO
No se conoce tratamiento curativo de la enfermedad.
La administración parenteral de histidinato de cobre para alargar la vida de los lactantes afectados, es una incógnita dada la heterogeneidad fenotípica y genotípica, no obstante, ha demostrado ser eficaz en algunos casos, en la prevención del deterioro neurológico, sobre todo si se comienza a tratar en el periodo neonatal o preferiblemente fetal.
La administración oral de cobre no es efectiva, ya que este es retenido en los intestinos.
El tratamiento debe mantenerse de por vida. Siendo esta enfermedad mortal, si no se trata.
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