El atragantamiento se produce cuando un alimento u otro objeto extraño, se aloja indebidamente en las vías respiratorias obstruyéndolas, la persona en ese momento es incapaz de respirar y se asfixia, esto es, el oxígeno no puede llegar a los pulmones y como consecuencia al resto de órganos.
La falta de oxígeno al cerebro durante más de 4 minutos puede producir daño cerebral o muerte.
Es importante que cualquier persona reconozca y sepa actuar frente a un atragantamiento en el sitio que sea, ya que puede salvar una vida.
La Maniobra de Heimlich, es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto. Es una técnica efectiva para salvar vidas en caso de asfixia por atragantamiento.
El primero que la describió y del cual recibe su nombre, fue el Dr. Henry Heimlich en 1974, que promovió la técnica, como tratamiento para ahogados y ataques asmáticos.
La Asociación Americana del Corazón (AHA), recomienda que dicha maniobra sólo debe utilizarse en caso de una obstrucción grave de la vía aérea, en la cual la persona ya no puede hacer ningún ruido, sin embargo, cuando la persona atragantada esté tosiendo, no se deben obstaculizar sus intentos por expulsar el objeto por sí sola.
- En caso de obstrucción parcial:
Si la persona está tosiendo, no se debe interferir, las toses son un mecanismo de defensa que le ayudarán a expulsar el objeto extraño, lo mejor es animarle a seguir tosiendo.
También se puede intentar extraer con cuidado el objeto que esté causando el atragantamiento, para ello utilizaremos los dedos índice y pulgar.
- En caso de obstrucción total:
La víctima no emite sonido alguno, pero está consciente. En este caso se llevará a cabo la Maniobra de Heimlich, que consiste en compresiones que intentarán sacar el objeto asfixiante y desbloquear la salida y entrada de aire.
La técnica para realizarla difiere según se trate de adultos o niños:
Adultos:
Con el sujeto de pie se debe abrazar al mismo por la espalda con los dos brazos. En esta posición se presiona con una mano cerrada y la otra recubriendo la primera. Se debe apoyar el puño con el pulgar sobre el abdomen y presionar hacia el centro del estómago, justo por encima del ombligo y bajo las costillas de la persona atragantada, a la altura del xifoides.
En el caso de que el asfixiado se encuentre sólo, debe tomar una silla con respaldo, cogerla por debajo del asiento, situarla debajo de las costillas y empujar hacia arriba con fuerza, para conseguir expulsar el objeto asfixiante.
Niños:
La maniobra de Heimlich también es aconsejable en niños por encima de dos años, por debajo de esta edad, debe tenderse al pequeño boca arriba encima de una superficie rígida y, apoyando las manos una encima de la otra entre el esternón y el ombligo, empujar varias veces en dirección al tórax.
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