“Children are not just small adults” Mercer Rang (1974)
La fractura en tallo verde es una fractura ‘incompleta’ de un hueso largo.
Es muy típica en los niños, pues sus huesos, que aún no han terminado de crecer, no están muy calcificados y son más blandos, porosos y elásticos que los de los adultos.
El hueso de un lado de la cortical se rompe, mientras que el otro lado se dobla y permanece en continuidad con el periostio (membrana fibrosa que envuelve el hueso) aunque esta generalmente en deformidad plástica. Es como si tratásemos de quebrar una rama o un tallo verde (de ahí su nombre), se rompe por un lado pero no se parte en dos.
Este tipo de fractura no suele ocasionar complicaciones graves, ya que, a diferencia de lo que ocurre en las roturas óseas de los adultos, no quedan dos trozos de hueso que puedan desplazarse, sino una pieza que se ha deformado.
Las localizaciones más frecuentes son el radio, el cúbito (tras el impacto de las manos contra el suelo cuando los niños, al caerse, intentan apoyarse) y la clavícula (generalmente por caída y apoyo lateral del hombro).
TRATAMIENTO
El miembro del hueso fracturado, suele inmovilizarse con una férula de yeso para asegurar su curación y prevenir su expansión o su desplazamiento.
El dolor es leve y puede aliviarse con un analgésico.
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